La musicoterapia es una forma de animar y reavivar la llama de la ilusión por la vida. Descubre a la persona sus talentos latentes, mejorando la autoestima y el estado de ánimo. Actúa a nivel cognitivo, estimulando la atención, la memoria y la reminiscencia. A nivel emocional, tocar instrumentos, cantar, bailar, crear un ritmo o una melodía improvisando, abre un canal de comunicación libre de juicios donde prevalecen la aceptación y la validación de cada participante y de sus emociones.
La experiencia musical te hace fluir en el momento presente, desde tu yo musical, un núcleo sano en cada persona que puede expandirse con la práctica. Musicoterapia es compartir y estar integrado, siendo parte de un todo musical y del grupo que crea esa música. Aquí toda forma de expresión musical es recibida y aceptada, y cada paso va creando un camino en el que la persona va encontrando su propio ritmo, su propia voz.
Sus beneficios se extienden desde lo cognitivo hasta lo emocional, incluyendo también la mejora en el funcionamiento del sistema motor y del inmunológico. La musicoterapia estimula la atención, la memoria, el lenguaje y la reminiscencia. Aumenta la motivación y favorece la expresión de emociones, la autoestima, estado de ánimo e integración social.
Se ha demostrado especialmente eficaz en el tratamiento de las afasias y ataxias, siendo un elemento terapéutico muy útil y agradable en todo tipo de enfermedades degenerativas. Por su aspecto emocional también es una terapia especialmente buena en casos de autismo, ayudando a mejorar también el rendimiento escolar. En definitiva, es una forma de terapia para mejorar y disfrutar al mismo tiempo; mi mayor privilegio: compartir la ilusión y la alegría que surge en cada sesión.
Neuroconsejos para aplicar la musicoterapia
Si tienes un familiar con una enfermedad neurodegenerativa o has padecido algún tipo de daño cerebral estos son algunos tips que pueden ayudarte:
- Dedicar un tiempo a escuchar vuestros discos y canciones favoritas, especialmente las del pasado, ligadas a los recuerdos de la juventud.
- Podéis animaros a cantar y bailar, adaptando vuestro baile a la movilidad. Se puede bailar sólo con los pies, los brazos, las manos… dejaros llevar para representar la música con vuestro cuerpo.
- Toma de las manos a tu familiar y marcar juntos el compás de una canción, guardando las medidas de seguridad necesarias.
- Haz tus ejercicios de fisioterapia al ritmo de tu música favorita
- Recopila letras para cantar juntos, preserva el lenguaje y estimula la memoria
Y recuerda, cada expresión musical es valiosa aunque no sea perfecta. A veces se sigue el ritmo y se da el tono, otras no, no pasa nada. Lo importante es disfrutar y compartir, permitirse ser uno mismo.
Silvia Durán
